31 mayo – Visitación de la Virgen Marie - María Mediadora

La fe perfecta de María mueve las montañas

María en cuanto acogió la Palabra en su seno, corrió donde su prima Isabel para ayudarla. Así también, todo el que escucha la Palabra tiene un solo deseo: servir a sus hermanos. La entrega generosa a nuestro prójimo es el mejor signo de nuestra receptividad de la Palabra de Dios. La Virgen de la Visitación nos da un ejemplo sublime.

Se puede también, es cierto, interpretar alegórica y místicamente la carrera de María por las montañas de Judá. Como si la palabra que lleva en su seno la vuelve ligera, ágil, etérea. Ella sube por las colinas y el Señor le da la agilidad de las gamuzas, como dice la Escritura (Ha 3,19).

Su fe perfecta mueve las montañas (Mc 11:23). Cualquier alegría mesiánica se lee en el ímpetu de la Virgen. Fue frente al Mesías, presente en el seno de María, que las montañas saltaron como carneros, las colinas como corderos (Salmo 114,6). “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas!(Cf Isaías 52.7)

Equipo Marie de Nazareth

 

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!