17 mayo – Italia, Turín: María Auxiliadora 1903

María es el paraíso de Dios

Hay una diferencia entre un alma formada en Jesucristo a través de las vías habituales y la de aquellos que, como los escultores, se confían en su experiencia, y entre un alma dócil y fina que, no se apoya en sí misma, sino que se entrega a María y la deja conducir la operación del Espíritu Santo.

Que hay manchas, defectos, sombras, ilusiones, de lo natural y de lo humano en la primera alma. Y que la segunda es pura, divina y parecida a Jesucristo! 

Pero nunca habrá criatura en la que Dios sea más grande, fuera de sí mismo y en sí mismo, como en la divina María, ni en los Beatos, ni entre los más altos ángeles en el cielo mismo.

María es el paraíso de Dios. Él hizo un mundo para el hombre viajero: éste. Hizo un mundo para el hombre feliz: el paraíso. Pero hizo otro para él, a quien le puso el nombre de María.

San Luis-María Grignion de Montfort (1673-1716)

En El Secreto de María: la necesidad de una verdadera devoción a la Santa Virgen

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!