El 13 de mayo de 1981, Mehmet Ali Ağca disparó contra el Santo Padre, el Papa Juan Pablo II en la plaza San Pedro de Roma. En ese mismo instante el Santo Padre se inclinaba para ver la medalla de Fátima de una niñita, evitando así las balas asesinas que iban dirigidas a su cabeza y pecho.
Un año más tarde, el Papa fue al santuario de Fátima donde dejó la bala del asesino en agradecimiento a Nuestra Señora por haberle salvado la vida.
El 13 de mayo del 2000 el Papa beatificó a Francisco y Jacinta Marto, dos de los tres niños que, con Lucía todavía en vida, habían visto a la Virgen María en Fátima durante las apariciones de 1917. El mismo año el Papa publicó el “Tercer secreto” de Fátima: la visión de la hermana Lucía del martirio de un “obispo vestido de blanco” rodeado de otros católicos.
En 2002, el Papa Juan Pablo II agregó la festividad de Nuestra Señora de Fátima al calendario de la Iglesia Católica como memorial facultativo en la fecha del 13 de mayo.