En este mes de marzo que en la Iglesia es tradicionalmente el mes de san José, y en este primer día de la novena al santo esposo de la Virgen María, meditemos el misterio de la paternidad de José, junto a María
En efecto, el misterio de la maternidad de María es tan grande que hasta hace poco había mantenido en la sombra el misterio de la paternidad de José. Conviene afirmar con fuerza: la maternidad de María en relación a Jesús reclama la paternidad de José, que es inseparable y en ella encuentra su fuente y su grandeza. Inseparable, no como un complemente superpuesto, sino como parte integrante de una misma función parental en relación con Jesús.
Es incluso por el lazo de la paternidad de José que Jesús es reconocido como ligado a su ascendencia davídica, la descendencia genealógica se transmite por vía masculina (ver Mt 1, 1 et 16... 20).
José al acoger de todo corazón en su vida a María su esposa, y el misterio del niño concebido por ella (Mt 1, 24), van a consagrarse conjuntamente a su deber hacia Jesús y a prepararlo para su misión; ella como madre y él como padre.
Padre Jean Hémery