Aprendí en mi infancia a amar y venerar a María. A menudo, iba de noche, a pie, con mi abuela paterna, Herminia, hasta su casa.
Rezábamos siempre el rosario andando. Yo era un niñito curioso y distraído, le hacía preguntas durante la oración y ella me respondía: “Ahora, mi querido nieto, ora, te explicaré más tarde;” Y seguíamos rezando.
Una vez en la casa, ya no era necesario responder a mis preguntas, pues el sueño me había vencido, y nos íbamos a dormir.
Yo creo que lo que más me marcó de este episodio de mi infancia es la imagen de mi abuela que me llevaba hacia Jesús con María, su Madre y nuestra Madre.
Lo que viví en mi niñez fue muy importante para mí, lo tengo presente siempre en mi corazón.
Mgr Diamantino Prata de Carvalho, OFM
Obispo emérito de Campanha – Minas Gerais (Brasil)
Entrevista exclusiva para Un Minuto con María
Autor: Thácio Siqueira