La memoria de los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María y por consiguiente abuelos de Jesús, que celebramos hoy me ofrece entre otras este punto de reflexión. Esta celebración me hace pensar en el tema de la educación que tiene un lugar importante en la pastoral de la Iglesia.
Ella nos invita especialmente a rezar por los abuelos que en la familia son los depositarios y a menudo los testigos de los valores fundamentales de la vida. La tarea educativa de los abuelos es siempre muy importante, y lo es todavía mas cuando por diversas razones los padres no están en la posibilidad de asegurar la presencia necesaria a sus hijos, en la edad de crecimiento.
Yo confío a la protección de santa Ana y san Joaquín todos los abuelos del mundo y les envío mi bendición especial. Que la Virgen Maria que, según una hermosa iconografía, aprendió a leer las Sagradas Escrituras en el regazo de su madre Ana, les ayude siempre a nutrir la fe y la esperanza en las fuentes de la Palabra de Dios.
Papa Benedicto XVI: Ángelus del 26 julio 2009