Acerquémonos a San José, a la Virgen María y al Niño Jesús, en esta vida gris cotidiana. Pidámosle sencilla, humilde y fervientemente que nos hagan comprender el significado de este experiencia; pidámosle que nos hagan aceptarla, para que avancemos sobre sus huellas y que seamos fieles como lo fueron ellos.
Que nos den su fe, que nos den su amor humilde y de gran alcance, para que podamos realizar, como ellos, el proyecto del Señor para cada uno de nosotros, para gloria de Dios, para nuestra santificación personal y para el bien de las almas y de la Iglesia.
Bienaventurado Padre Marie Eugène
en : La Vierge Marie toute Mère, (La Virgen María toda Madre) Editions du Carmel