María en nuestras vidas, nos visita de manera única. Ella no se impone. Se pone a nuestro servicio para que nosotros descubramos mejor a su Hijo, Jesús. Que la conozcas bien o muy poco, te invito a abrirle la puerta de tu corazón, sencillamente. ¿Cómo? Diciéndole a tu manera: «Ves dónde estoy, me gustaría conocerte más, como Isabel en Ain Karim yo aguardo tu visita.»
El Señor quiere que entremos en una relación estrecha y fuerte con la Virgen. Jesús deseaba tanto que la amáramos que nos la dio como madre. María es un regalo precioso para cada uno de nosotros. (...) Es una persona real con quien es agradable vivir. ¡Y qué dulce compañía!
La Virgen nos lleva tras las huellas de Jesús, en el aliento del Espíritu Santo para que nos volvamos cada vez más hijos del Padre. ¡Ese es su papel! Ella nos pone en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Sanro.
Sœur Emmanuelle Fournier (Communauté du Verbe de Vie) Tomado de su libro: Un rendez-vous avec Elle, (Una cita con Ella) Editions des Béatitudes