El icono Panagia Portaitissa (Portaïtaissa significa en griego Puerta) es también venerado bajo el título de María Puerta del Cielo. He aquí su historia:
En el siglo IX, bajo el reino de Teófilo Eikonomachos, emperador iconoclasta, el icono pertenecía a una piadosa viuda de Nicea, que lo veneraba en su capilla privada. Cuando los soldados del emperador vinieron a su casa a buscar los iconos, un soldado lo atravesó con su lanza y empezó a sangrar. Desde entonces, se representa siempre este icono con una pequeña marca negra en la mejilla de la Virgen.
La viuda obtuvo una noche de tregua antes de la destrucción y confió el icono a su hijo que lo arrojó al mar después de rezar fervorosamente. Ese hijo se convirtió en monje en el Monasterio del Monte Athos. Una noche un fenómeno dejó perplejos a los monjes de Athos: una columna de fuego se alzaba sobre el mar y vieron al icono flotar; lo llevaron a la iglesia de su monasterio de Iviron, donde él mismo llegó a colocarse milagrosamente sobre la puerta.
Así es como el icono tomo el nombre de Poraïtissa -custodia de la puerta- y su presencia en el monasterio y sobre la Montaña Santa es considerada como garantía de la protección de la vida monástica del Monte Athos por la Théotokos.
Equipo de María de Nazaret