“Mañana, primero de enero, la Iglesia Católica celebra la festividad de Santa María, Madre de Dios. Me parece hermoso comenzar un año nuevo con la Virgen María. Ella nos invita a entrar con celo y confianza.
María enfrenta el futuro con confianza. Hija de Israel, tiene fe en el Señor y sabe que Dios cumple siempre sus promesas. Ella vive en su presencia (…) Se deja guiar por El. Su existencia no siempre fue color de rosa (…) Sintió una espada de dolor atravesarla. Pero nunca dejó la mano de Dios. Como le dice su prima Isabel,: “Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor (Lc 1,45) La confianza de María es contagiosa. Con ella aprendemos verdaderamente a confiar.
La confianza no es el optimismo; éste toma su fuerza en el hombre, tiene que ver con el temperamento o el análisis de una situación; la confianza, en cambio, toma su fuerza en Dios. Es fruto del Espíritu (…) La confianza nace de la fe en Dios. Sabe que Dios está con nosotros y que nos guiará si le confiamos nuestra vida. Como dice San Pablo: “Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman” (Rm 8,28) La confianza la pone uno mismo en manos de Dios. Ella rechaza el miedo. Es fuente de una gran libertad interior. Hace nacer en nosotros potencias insospechadas. Entremos en este año nuevo con confianza”.
+Jean-Pierre Cardenal RICARD
Arzobispo de Burdeos (Francia)
Homilía 31 diciembre 2014