Antes de llegar a rezar el rosario todos los días, pasé por varias fases. Antes que nada, me conmovió la carta del Papa Juan Pablo II "El Rosario de la Virgen María" escrita en 2002, en la que explica que se trata de contemplar el rostro del Hijo en sus diversos misterios, con la mirada de María (...). Luego, descubrí que en momentos de gran sufrimiento el rosario es la oración que permanece cuando ya no podemos orar más. Después, la posibilidad de rezar mi rosario por partes durante el día, aprovechando las horas de transporte para decir una decena. ...
Más tarde, que esta oración es adecuada para todas las edades. Es un gran placer rezar el Rosario con niños y adolescentes. Lo que me trae también la certeza de que una familia y una pareja que rezan el rosario todos los días, al menos una decena, están en buenas manos. Y ha sido lo mismo para mí, como sacerdote y obispo.
Me llevó mucho tiempo conseguir rezar el rosario todos los días. Actualmente tengo la alegría de rezarlo todas las noches antes de irme a dormir, dando la vuelta a la casa del obispado. ¡Será más atlético cuando haya nieve! Pero qué alegría terminar una dura jornada de trabajo, de entregar las personas, las situaciones dolorosas del día a la intercesión de María. ¡Dormimos mucho mejor quedándonos dormidos de la mano de María!
Por lo tanto, tengamos siempre nuestro rosario en el bolsillo y disfrutemos de todas las oportunidades del día y de la noche "¡para rezarlo completo!"
Monseñor Xavier Malle, obispo de Gap (+ Embrun), Francia
Octubre 2017