La novena a "María que rehace las parejas" nos ayudó a salir de un atolladero muy difícil. No sabíamos cómo seguir adelante. Un consejero matrimonial, otro, y ningún progreso notable. Solo una sensación de desilusión. La brecha se ampliaba y el riesgo de que la salida fuera infranqueable era real.
A través de una amiga, descubrimos esta novena. Al principio pensamos que ya habíamos orado, sin ningún resultado aparente. Sin embargo continuamos porque, básicamente, cada uno de nosotros quería evitar caer en un callejón sin salida..
Todos los días, por la tarde, cuando los niños dormían, seguíamos la novena. Poco a poco, nuestra comunicación encontró nuevos colores y cada uno, sin decírnoslo demasiado, sintió que algo estaba sucediendo. Descubrimos nuevos recursos para afrontar la situación cuando un sentimiento negativo nos dominaba y era como si nuestra capacidad de adaptación al otro no viniera de nosotros.
Entonces seguimos orando juntos; encontramos un cable rojo, una boya de rescate. Nuestra pareja iba mucho mejor. Ahora sabemos que cuando hay tensión entre nosotros, hay una cita vespertina en la que podemos confiar todo a María. »
Testimonio recibido en Life Europe