Nathan Allan de Souza (21 años) es un joven futbolista brasileño prestado al club francés de Amiens desde el verano del 2017.
Fácil de reconocer en razón de los tatuajes que cubren sus dos brazos y su pierna derecha, representando fechas ligadas a sus padres y hermanos, pero también a Dios y a la Virgen María, el medio ofensivo brasileño se describe como un jugador “capaz de crear situaciones de gol y de anotar” “Me gusta maniobrar en los pequeños espacios y también intentar grande aperturas”, continua.
En la vida Nathan está lejos del estereotipo del joven futbolista que le gusta escaparse y participar a reuniones alcoholizadas. En manos de María, el jugador ha decidido instalarse en Pissy un pueblo muy tranquilo a 15 kilómetros al oeste de Amiens (Francia).
“Es todo lo que necesito, ya que me gusta llevar una vida tranquila, en el campo, y escuchar las voces de los pájaros. No soy de esos que gustan salir, beber. Prefiero compartir momentos con la familia y correr con mi perro.”