"La Virgen en Caná es muy concreta: es una Madre que toma a pecho los problemas e interviene, sabe darse cuenta de los tiempos difíciles y nos asiste con discreción, eficacia y determinación.
Ella no es patrona ni protagonista, sino la madre y la sierva. Pidamos la gracia de hacer nuestra su disponibilidad, su creatividad al servicio de quien esté en necesidad, la belleza de dedicar nuestra vida a los demás, sin preferencias o distinciones.
Que Ella, causa de nuestra alegría, que trae la paz en la abundancia del pecado y en el torbellino de la historia, nos obtenga la superabundancia del Espíritu, para ser buenos y fieles servidores ".
Pape Fracisco : Texto tomado de la homilía de la misa en el santuario de Czestochowa (Pologne), durante las JMJ de Cracovia, 28 julio 2016.