La presencia de musulmanes en Lourdes se manifiesta de una forma graciosa en la persona de un niño de 8 años, el pequeño príncipe heredero de Marruecos. Esto parece un episodio de un cuento de Las Mil y una Noches. El niño vino a solicitud de su padre, el Rey de Marruecos, rezarle a la señora misterios de la Gruta de Massabielle que se llama para ellos también Myriam y que es la Madre de Jesús. Era el 14 de septiembre de 1971, el Príncipe llegó acompañado de sus tres hermanas Lalla Meriem de 9 años, Lalla Asma de 6 y Lalla Hasma de 4. En su séquito venían el Ministro Aouad, encargado de la educación del Príncipe, y dos señoras francesas, la gobernanta y su ayudante. El responsable de la Gruta le dio algunas breves explicaciones. Con la autorización del Ministro y a petición del Príncipe y de las Princesas, les entregó varias estampas de la Virgen de Lourdes. Fue en esa ocasión que el Ministro le dio a conocer la voluntad formal del Rey quien quiso la visita de sus hijos a Lourdes y oraciones para él, su familia y su país. El Ministro se despidió del sacerdote diciendo que: «El Rey le estaría muy agradecido por la acogida a sus hijos y que él quería agradecérselo en su nombre.»