¡Venid todos, todos los fieles hacia la Virgen! Ha nacido la escogida, desde antes de su concepción para ser la madre de nuestro Dios, joya de la virginidad, el cetro de Aarón florecido en la raíz de Jesé, del oráculo de los profetas, el tronco de los justos Joaquín y Ana. Al nacer ella el mundo es restaurado, al nacer ella la Iglesia se llena de su esplendor. Ella es el templo santo, el habitáculo de la divinidad, el instrumento virginal, la verdadera alcoba nupcial donde se realiza el prodigio de la unión inefable de las naturalezas que se juntan en Cristo, el misterio perfecto. ¡Adorémosle glorificando el nacimiento de la Virgen pura.