María en el Templo (II)

Ochenta y dos doncellas tejían el velo del templo. La literatura rabínica confirma que numerosas jovencitas permanecían en el Templo consagradas a la confección del velo del Templo. El Talmud de Jerusalén da detalles interesantes al respecto: « La cortina del Templo tenía un espesor de una palma. Era tejido con setenta y dos puntos lisos compuestos cada uno de ochenta hilos. Su longitud era de cuarenta codos y su anchura de veinte. Ochenta y dos jovencitas lo tejían. Se confeccionaban dos por año. Y era necesario el apoyo de trecientos sacerdotes para cargarlo.» (Mishna Sheqalim 8,5) Se sabe también que cuando el Templo fue incendiado en el 70 después de Cristo, «las vírgenes que tejían el velo se lanzaron entre las llamas» antes que caer en manos de los enemigos (Pesiqta Rabbati 26,6), y que ellas vivían en un edificio de tres plantas, en el recinto del Templo.