María de Jesús (1797-1854), de la congregación de las canónigas de San Agustín, recibió mensajes celestiales que corroboraban las revelaciones de Paray-le-Monial. En su éxtasis del 03 de mayo de 1822 Jesús le dijo que su deseo de Consagración de Francia al Sagrado Corazón atribuida a Luis XVI, venía de Él, que Él deseaba ardientemente que el deseo fuese cumplido, es decir, que el Rey consagrara su familia y todo su reino a su divino Corazón, como en otro momento Luis XIII lo había hecho con la Santa Virgen, que debía celebrar la fiesta solemne y universalmente todos los años, el viernes después de la octava del Santo Sacramento, que bautizara la capilla y erigiera un altar en su honor. Así el rey, la familia real y Francia entera recibirían abundantes gracias y bendiciones. La aparición data del 21 junio de 1823, fiesta del Sagrado Corazón, el viernes después de la octava del Santo Sacramento y orden fue dada de comunicarla al rey Luis XVIII.