Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
Oh Virgen, Tú nos abriste las puertas del paraíso. Eva nos las había cerrado al cortar del árbol prohibido el fruto de la muerte. Pero Tú, mientras pendía del leño de la cruz, el fruto de salvación, el hijo de tu carne, asistiéndolo con tus lágrimas restituiste la alegría al mundo, condujiste a tus hijos adoptivos al cielo, cuya llave tú tienes.