Oh Padre, oh mi Dios, libera, salva ahora a tu Francia. Prepara el corazón de tus hijos para la misión que van a tener que cumplir. Oh Padre, oh mi Dios, que los corazones de tus elegidos se estremezcan frente a tu llamado, reconociendo tu voz, tu mandamiento, tu invitación. Condúcelos, oh señor, cada uno a su lugar y a su misión. Mándales tú mismo todo lo que quieras de cada uno y de todos. Que nada sea el efecto de su elección sino de tu voluntad de amor. Virgen inmaculada, no los dejes perderse ni equivocarse. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Corazón inmaculada de María, ruega por nosotros. Santos y santas de Francia, interceded por nosotros.