Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
María supo escuchar la palabra de Dios. A su lado Juan también aprendió a escuchar y a oír. La música no encuentra mejor eco que el silencio y las palabras de Jesús no resuenan mejor que en el corazón de quienes guardan silencio. El más silencioso de todos, el de la Virgen, la medita y la acoge en su plenitud. Sólo tuvo que vivir al lado de Juan, para que el alma del discípulo se abriese poco a poco a esta posibilidad interior de recibir y "escuchar" todo lo que entraña la palabra divina.