San José es para la santa Virgen la imagen de la pureza del Padre eterno. Habiendo sido guardián, seguridad y protección de esta divina Virgen, la creatura más santa que ha podido existir después del Salvador, no sabríamos expresar la dimensión de su respeto por ella. Si Dios Padre tomó a este santo para darnos la idea de su perfección, si hizo visible en él lo que había permanecido oculto en su esencia desde la eternidad, si lo escogió para hacer de él la imagen de su santidad, ¿qué idea debemos hacernos de san José? Dios le da con abundancia su espíritu de Padre, expresa en él su sabiduría, su prudencia, su amor, su misericordia, el reflejo de todas sus bellezas.