La espera de los astrólogos babilonios Ahora, ya parece científicamente probado que los astrólogos babilonios esperaban también el nacimiento del « dominador del mundo » a partir del año 7 antes de Cristo. Kepler, uno de los padres de la astronomía moderna, observa en diciembre de1603 la conjunción luminosa (es decir el encuentro en línea derecha) de Júpiter y de Saturno en la constelación de Piscis. Él establece gracias a sus cálculos que el mismo fenómeno (que provoca una luz intensa y brillante en un cielo estrellado) debió darse igualmente en el 7 antes de Jesucristo, y luego descubrió un antiguo comentario de la Escritura, del rabino Abarbanel, donde recordaba que, según una creencia de los judíos, el Mesías debía nacer cuando en la constelación de Piscis, la luz de Júpiter y de Saturno fuesen una sola. Pero no se le concede ninguna importancia al descubrimiento de Kepler, sobre todo porque la crítica todavía no había establecido con certeza que Jesús había nacido antes de la fecha tradicionalmente indicada, debido a un error de Denys le Petit. Más de dos siglos después, el sabio danés Münter descubre y descifra un comentario hebreo medieval de los « 70 septenarios » del libro de Daniel que indica la creencia anotada por Kepler. En 1902, se publica lo que se conoce como la Carta planetaria, hoy conservada en Berlín: un papiro egipcio que señala con exactitud los movimientos de los planetas del 17 antes de J.C. al 10 después de J.C., el cual indica que en el 7 antes de J.C., la conjunción entre Júpiter y Saturno, fue visible con su mejor brillo en toda la extensión del Mediterráneo. En 1925 finalmente, se publica una descripción del Calendario estelar de Sippar: una tableta con inscripciones cuneiformes proveniente de la antigua ciudad de Sippar, en el Eufrates, que era la sede de una importante escuela de astrología de Babilonia. En ese « calendario » están registrados todos los movimientos y conjunciones celestes del año 7 antes de Cristo. ¿Por qué? Porque según los astrólogos babilonios, esta conjunción que se observa una vez cada 794 años se había dado 3 veces en el 7 antes de J.C.: el 29 de mayo, el 1° de octubre y el 5 de diciembre. Ellos consideraban a Júpiter como el planeta de los dominadores del mundo, Saturno como el planeta de los protectores de Israel, y la constelación de Piscis como el signo del final de los tiempos, es decir de los comienzos de la era mesiánica. (...) A partir de entonces, es seguro, que entre el Tigre y el Eufrates, no sólo se esperaba como en todo el Oriente, que un Mesías vendría de Israel, sino que se había también establecido con toda seguridad que nacería en un tiempo y momento determinados.