En Québec, los católicos también aprecian los iconos. Las reproducciones de la « Portatisa » montadas sobre madera se extendieron por centenares en las iglesias y entre las familias católicas. Sucede que el mismo milagro, el mismo aceite perfumado brotaba igual de las innumerables reproducciones. Los trocitos de algodón impregnados de ese aceite curan el cuerpo pero ante todo el alma. « Es una señal para los pobres » le dijo la Virgen a los jóvenes videntes de Medjugorje. Yo le veo dos significados a ese milagro. El primero es la confirmación del lazo estrecho que une la Madre de Dios al Espíritu Santo. La liturgia griega es precisa: habla de Panagia, la "toda santa" y de Panagion, el Espíritu de toda santidad. El otro significado podría ser que la Madre de Dios parece, de ahora en adelante, intervenir entre católicos y ortodoxos a fin de apresurar la recomposición de la unidad cristiana.