8 de abril

La compasión de la santa Virgen (IV)

He aquí a María al pie de la cruz, que se arranca el corazón por liberar de la muerte a su Hijo único: ofreciéndolo otra vez, pues no ha dejado de ofrecerlo desde que Simeón le predijo, por mandato de Dios, las extrañas contradicciones que debería sufrir. Desde entonces, lo ha ofrecido en todos los momentos de su vida. Y la oblación termina en la cruz. ¿Con qué resignación? Es imposible explicarlo: juzgad vosotros mismos por el Evangelio y por su comportamiento en lo que ha de seguir.

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!