En ese momento la hermosa Señora pasó del francés al habla regional: "Si tienen trigo, no hay que sembrarlo." Todo lo sembrado, los animales se lo comerán; todo se convertirá en polvo. Vendrá una gran hambre. Antes de que el hambre llegue, a los niños menores de siete años les darán unos temblores y morirán; los otros harán penitencia por el hambre. " Entonces, exhorta a los niños a orar día y noche, y prosigue: "Sólo algunos ancianos van a la misa, los otros trabajan todo el verano el domingo y el invierno, cuando no saben qué hacer, van a la misa para burlarse de la religión." En Cuaresma, van a la carnicería como van los perros."" La Virgen terminó con insistencia: ¡"Y bien, mis niños: lo haréis saber a todo mi pueblo..." Cruzó el Sézia y subió el montículo, desde donde Melania y Máximo habían atisbado las vacas. "La seguíamos porque nos atraía su esplendor y también por su gran bondad." Sus pies rozaban la hierba sin maltratarla. Me observaba con una gran bondad, añade la niña. Hubiera querido echarme en sus brazos." «A partir de este día, la fuente antes agotada no dejó de fluir, se volvió milagrosa.»