Los orígenes del primer santuario católico suizo, situado a unos 40 km de Zurich, se remontan al siglo IX. Hacia el año 853, Hildegarde, hija de Luis el Germánico, le pide a san Meinrad (?861), monje y poeta de Reichenau, que se establezca en el lugar y que le dedique una capilla a Nuestra Señora Einsiedeln. El 21 de enero del 861, éste sería asesinado. En 906, se funda un monasterio benedictino. El año siguiente, el bienaventurado Bennon, obispo de Metz, se establece aquí. En 947, el emperador Otón I confirma esta fundación en honor de san Mauricio y de Nuestra Señora. El 14 de septiembre del 948, Conrad, obispo de Constanza, y Ulrico, obispo de Ausburgo, llegan al lugar para consagrar la nueva iglesia. Hacia media noche, durante el oficio nocturno, Conrad «escucha de repente que unas voces melodiosas invadían la iglesia.» Alza la vista y ve un coro de ángeles (...) Jesucristo (...), revestido de ornamentos violetas, celebraba en el altar los oficios de consagración. A su lado vio a san Pedro, san Gregorio, san Agustín, san Esteban y san Lorenzo. « Frente al altar, sobre un trono resplandeciente, estaba sentada la augusta Reina del Cielo.» Los monjes tratan de sacudir a Conrad. «Pero apenas se habían colocado al pie del hotel cuando oyeron resonar una voz misteriosa (...): "Terminad, hermanos, terminad: la capilla ha sido consagrada por la Divinidad." El edificio actual data de 1704-1717. La festividad « consagración angélical » (Engelweihe) se celebra el 14 de septiembre en Einsiedeln, primer sitio de peregrinación en Suiza.