Primeramente, fue decidido que el Verbo divino se uniera a un alma y a un cuerpo, y en segundo lugar, que otros seres fueran hechos a su imagen y conformaran la humanidad; desde entonces, todos los hombres están presentes en el espíritu de Dios. La unión hipostática de la segunda Persona de la Santísima Trinidad con la naturaleza humana fue entonces la primera obra ad extra; porque después de que Dios se hizo conocer y amar en si mismo, era conveniente que conociera y amara lo más inmediato a su divinidad, como es la unión hipostática, que el Verbo humanizado fuera el Señor de todas las criaturas y que por él todas lleguen a su Creador.