25 marzo - La Anunciación - N. S. de Walsingham

Entonces el Padre llama a un Arcángel

Entonces llamó un arcángel Que San Gabriel se llamaba Y enviólo a una doncella Que se llamaba María De cuyo consentimiento El misterio se hacía En el cual la Trinidad De carne al Verbo vestía. Y quedó el Verbo encarnado En el vientre de María. Y el que tiene sólo Padre Ya también Madre tenía Aunque no como cualquiera Que de varón concebía Que de las entrañas de ella Él su carne recibía Por lo cual Hijo de Dios Y del hombre se decía.

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