San Antonio de Padua (1195-1231), santa Matilde de Helfta (1241-1298) y san Buenaventura (1269) están considerados tradicionalmente como los primeros promotores de la oración del Ángelus, practicada luego por numerosos Papas. Juan-Pablo II la rezaba en público, a menudo al mediodía; pero, las campanas suenan también en la mañana y en la tarde para invitar a los fieles a rememorar el momento de la Encarnación redentora: V/. El Ángel del Señor anunció a María, R/. Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios Te salve María... V/. He aquí la esclava del Señor, R/. Hágase en mí según Tu palabra Dios Te salve María... V/. Y el Verbo se hizo carne, R/. Y habitó entre nosotros. Dios Te salve María V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. OREMOS : Derrama Señor, Tu gracia en nuestros corazones, que habiendo conocido la Encarnación de Cristo, Tu Hijo, en la voz del Ángel, por los méritos de su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de la Resurrección; por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.