En 1951, un dibujante, Carlos Salinas Chávez, descubre con una simple lupa un hombre barbudo en el ojo derecho de la imagen. El examen de los ojos va permitir el descubrimiento de varios personajes en los ojos de la Virgen. (Fenómeno de Purkinje-Samsom) Cuando se le aproxima una luz, sobre la córnea, el borde de la pupila y el cristalino se observan los mismos reflejos que en un ojo vivo, los cuales se desplazan cuando se mueve la fuente luminosa. (Fenómeno que se puede observar en los ojos vivos pero jamás en una pintura, las telas planas y opacas ni siquiera tienen reflejos). « Pero las imágenes están ahí y no se las puede ignorar», constatan los científicos.