La "Madonna dei fiori" de Bra, con sus floraciones fuera de estación, que se repiten desde hace 650 años sin interrupción, constituye un auténtico enigma científico. El zarzal florecido que se ve todavía vigoroso detrás de la verja es de "prunus spinoza", para utilizar el nombre científico, conocido vulgarmente como « endrino.» espineta o espina negra. Pertenecen a la familia de las rosas y florecen habitualmente una sola vez al año, a partir de marzo si la estación es clemente, de abril si el clima es riguroso. Desde el siglo XVII los científicos piamonteses, entre ellos los de la facultad de agricultura de la Universidad de Turín, han procedido varias veces a estudios meticulosos quienes han establecido que estos zarzales prodigiosos son desde todo punto de vista idénticos a los que crecen libremente por el campo en la comuna de Bra. No existe ninguna razón geofísica de corrientes subterráneas electromagnéticas o hidráulicas que pueda explicar la extraordinaria floración invernal que no se produce en ninguna otra parte. Además esas plantas están expuestas al norte, es decir que benefician apenas de la luz y del calor solar y no de un microclima favorable.