El 6 de agosto de 1944, festividad litúrgica de la Transfiguración, permanecerá en Cracovia como el « domingo negro »: la Gestapo barre la ciudad y detiene a los jóvenes para impedir que se repita el alzamiento de Varsovia. El arzobispo Sapieha convoca inmediatamente a sus seminaristas clandestinos con la intención de esconderlos en su residencia. (...) Cuando llega al lugar, Malinski pregunta « ¿Karol Wojtyla está aquí ? » Y, sí, ahí estaba, pero se había salvado de milagro. Durante la redada de la víspera, la Gestapo había registrado los dos primeros pisos de la casa del N° 10 de Tyniecka. Karol estaba en su apartamento situado en el subsuelo, detrás de una puerta, con el corazón que se le salía del pecho, rezando... Los alemanes se marcharon con las manos vacías.