Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
Déjame ahora que te sienta humana, madre de carne sólo, igual que te pintaron tus más tiernos amantes; déjame que contemple, tras tus ojos bellísimos, los ojos apenados de mi madre terrena; permíteme que piense que posas un instante esa divina carga y me tiendes los brazos, y me acunas en tus brazos, acunas mi dolor, hombre que lloro. Virgen María, madre, dormir quiero en tus brazos hasta que en Dios despierte.