En 1976, el Cardenal Karol Wojtyla, invita a hacer el retiro de cuaresma al Papa Pablo VI y a los cardenales de Roma, habla de esa extraordinaria epopeya que se prolonga más allá del milenio de Polonia. «Aquí, vivimos la Visitación de forma muy particular, pues la Madre de Dios “viaja” en una reproducción de la Virgen de Chestokova. María da la vuelta al país, yendo de diócesis en diócesis, de parroquia en parroquia, por iniciativa de los sacerdotes y fieles junto a otras imágenes de la Madre de Dios de Jasna Gora. Las visitas están unidas a una auténtica vida espiritual, a una preparación interior, a veladas de oración que duran toda la noche. Y la oración reúne a feligreses, familias y vecinos en un mismo barrio. Así se reproduce la Visitación a Ain-Karim donde Isabel saluda a María: « Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre», agregando: « ¿De dónde a mí que venga a visitarme la Madre de mi Señor?» Esta peregrinación dura 25 años y dio preciosos frutos de conversión.»