Algunos autores eslovacos protestantes expresan su tristeza de no poder rezarle a la Virgen porque su confesión se los prohíbe. Esa nostalgia se traduce en un poema reciente de Maria Razusova Martakova, quien expresa su tristeza al no poder apoyarse en María durante su paso por la vida. Esta certeza vive en mi corazón Y Dios sabe cuán viejo es mi deseo De quemar el timo a tus pies Y de decirte: llévame, llena de gracias Pero para mí, Tú eres, como las estrellas, inaccesible. Ese deseo no es más que un sueño y no se cumplirá. A Dios debo ir sola por el camino del sufrimiento. Por un estrecho sendero, sembrado de espinas.