22 de enero - Francia. Nuestra Señora de Ceignac (1516)

¡Toda mi ciencia es el amor!

¡A veces yo envidio a quienes tienen la dicha de ser teólogos! ¿Pero la oración, la divina contemplación no supera en gran medida, en conocimiento, en amor, en fuerza, a los estudios más avanzados? La experiencia es más profunda, más luminosa, más fecunda que la de la ciencia. Para mí toda mi teología, toda mi ciencia es el amor, la unión de mi alma con Dios por Jesucristo y con la Santa Virgen! ¡Nada más ni nada menos!

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