El jueves 21 de agosto de 1879, hacia las 7 de la noche, en Knock (Irlanda) Mary McLoughlin, de 45 años de edad, y Mary Byrne de 29, vieron unas “imagen luminosa” en la fachada de la iglesia parroquial. Sorprendidas las dos mujeres se quedan viendo: se trata, efectivamente, se dicen, de una aparición de la Virgen. Previenen a sus allegados. 16 personas llegan y todas ven a la Virgen durante 2 horas aproximadamente. La lluvia fortísima les impide a algunos quedarse hasta el final. Otras se van, luego regresan y constatan la misma visión. La Virgen se mueve a unos 30 o 60 centímetros del suelo. Su estatura es la de una persona mediana. Está vestida de blanco y lleva una corona de oro. Parece estar orando. La acompañan san José y san Juan el Evangelista. «San Juan va vestido como un obispo. Tiene una pequeña mitra sobre la cabeza», precisa Patrick Hill quien también ha visto unos ángeles. Los testigos ven además un “cordero” sobre un “altar”, detrás del cual está enclavada una cruz. Ningún mensaje acompaña la aparición silenciosa, pero se dan varias curaciones corporales para sorpresa de muchos. En 1879, el arzobispo diocesano constituye una comisión de encuesta que concluye positivamente el año siguiente. El prelado anima la peregrinación naciente sin pronunciarse sobre el origen sobrenatural de la aparición. En 1936, Mons. Gilmartin, arzobispo de Tuam, abre una sección de pruebas medicales para estudiar científicamente las curaciones alegadas pues se ha creado una nueva comisión de encuesta que ha vuelto sobre las conclusiones positivas de 1880. Knock, la “Lourdes irlandesa”, no ha dejado de atraer a miles de peregrinos. En 1976, una nueva iglesia fue construida y consagrada por el cardenal primado de Irlanda, Mons. Conway. Y en 1979, Juan Pablo II en uno de sus primeros viajes, vino a Knock.