llegado el momento de que el artesano divino revelara su poder, la Reina del Cielo la reveló al mundo y eligió un predicador celoso para darla a conocer. Ella lo equipó con esta arma divina y le ordenó que la
texto sobre la Virgen María por derecho propio. Bajo el soplo del Espíritu, los padres conciliares eligieron presentar a la Virgen María inmersa en el misterio de Cristo y como miembro eminente de la Iglesia